jueves, 16 de abril de 2009

El ciudadano Hearst

Charles Foster Kane representa al magnate más grande de las comunicaciones William Randolph Hearst, protagonizado magistralmente por Orson Welles en el Ciudadano Kane nos sumergimos en el mundo de una de las personas más poderosas del mundo moderno. Se hace difícil poder mirar una película tan poderosa como esta no por ser muy aburrida, ni muy vieja sino por las pretensiones que uno se crea respecto de un filme conocido por ser uno de los mejores de todos los tiempos. Uno puede llegar a decepcionarse puesto que la historia, el guión, es más bien flojo y una adaptación casi calcada de William Randolph Hearst. No se niega el trabajo de Orson Welles en actuación y dirección como la adaptación que logro el guionista Herman J. Mankiewicz. Ni se deja de lado lo mas innovador la técnica y estilo con la que se filma.


Kane es un hombre con ambición de poder, con contradicciones internas y mucho talento. Un visionario de su tiempo capaz de tomar la información que necesitaba el pueblo y venderlo. Nunca se entenderán sus verdaderas intenciones, es poderosa su ambigüedad. El papel que escribe al principio para resguardar sus deseos y miedos, en lo que no quería convertirse se transforma en una conciencia insípida que se tiñe con el paso de la película. En Xanadu, su castillo-fortaleza, donde esconde todo lo que desea, todo lo que posee. Se entiende que el poder de la información es tan magnifico que transforma a Charles en un Dios de las comunicaciones. Un periodista amarillista, que sale con mujeres famosas e incluso en su campaña de gobernador se pensó en el para presidente.
La personalidad de Kane es desesperada, intenta mantener el afecto de todos a quienes lo rodean. Es tan inseguro que es incapaz de tener certeza de si sus compañeros de vida estarán con el por el resto de actividades que realice. Como hombre de negocios es inteligente y cauteloso, sabe mover las fichas del tablero y lo maneja a su antojo. Sus amistades y necesidades terminan quebrantando su espíritu, cuando Leland su amigo escribe el comentario negativo sobre la presentación de Susan, Kane se ve atrapado entre la espada y la pared.

El revoluciono los periódicos, ayudo a promover la guerra con España que termina con la obtención del canal de Panamá. Ayudo, también, la elección de Roosevelt. Protegió el arte de su destrucción en la Segunda Guerra Mundial y batallo para que USA no entre en la Primera Guerra. A final de cuentas Charles Foster Kane probo ser un verdadero ciudadano Estadounidense, excéntrico y muy valorado. No el ogro que todos creían que era.

Hearst por otro lado, era despiadado. Un self-made man que cuando ve su mundo invadido es capaz de todo para volver a sentirse protegido. Un tipo a quien el poder corrompió y que con este abuso. Para que sirve un hombre que se gana el mundo pero pierde su alma, sin ánimos religiosos que me apesta el tema. Un buena historia, un reportero que investiga sobre el alma de una persona que no tiene.

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