domingo, 9 de octubre de 2011

.. 3 puntos

Al final terminas por perder el miedo a la muerte y solo quieres expresar. Mirar directamente a los ojos y decir que esta pasando. Me desangro un poco al escribir, por mi que este todo manchado de sangre pero que no me refleje la hoja en blanco.

jueves, 6 de octubre de 2011

Sueño 99

A veces sueño… en realidad no lo sueño seguido y dudo que haya existido este sueño antes. Estaba en el prado y un trébol de cuatro hojas brillo, lo tome, recolecte y me lo quede. Desperté y fui a buscarlo al pasto más cercano de mi casa. Ahí estaba, esperándome. Curioso.

sueño 89

A veces sueño que soy un lobo, es más, es un sueño bastante recurrente. Estoy cubierto de pelo negro, camino en cuatro patas y tengo los ojos oscuros como dos pozos de agua profunda. Paseo por la noche como si fuera dueño de ella, encuentro personas y un instinto asesino me invade. Los asesino, mi persona interna lo lamenta pero el lobo que me posee lo goza. Corro por las calles mientras me persiguen para destruirme, soy un paria, una bestia que solo quiere y genera destrucción. Hasta que vuelvo a transformarme en humano y no entiendo lo que sucede a mí alrededor, estoy desorientado y ciego. Es ahí cuando te das cuenta que has destruido todo lo que querías y ya solo puedes seguir avanzando… nadie quiere a algo que todo lo destruye.

domingo, 4 de septiembre de 2011

...


Oh la montaña inhóspita y gigante que nos cubre con su manto de neblina, el frio cala los huesos y los ríos se congelan. La luna amarilla brilla en la oscuridad de la noche y sabemos que hay que seguir escalando para descubrir que hay en la cima…

jueves, 1 de septiembre de 2011

Todos deberíamos ser ciegos un tiempo, por así te das cuenta de lo que realmente importa ver.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Sueño 67

A veces sueño que soy un ángel, un ángel destructor. Sueño que la melancolía es parte del trabajo, aprender a querer, aprender a entender el sentido de las cosas. Sueño que en un momento despierto y sé lo que tengo que hacer y es destruirlo todo. No soy el único hay más personas iguales a mí en el mundo y compartimos la misma personalidad. Sueño que camino por las calles envuelto en una gabardina, observando todo lo que desaparecerá. La humanidad se come al planeta y fuimos enviados para que todo comience de nuevo, pero no es nuestra misión entregar una oportunidad. Sueño que el día se acerca y no soy capaz de cumplir el objetivo, sueño que lloro y me frustro. Sueño que tomo a todos los que conocí, que compartieron un nexo conmigo, cuyas caras recuerdo, cuyos nombres tengo en la memoria. Los tomo y los dejo en una habitación que la nada a absorbido, pero es una nada buena. Es un blanco tranquilizador, les explico lo que pasa y lo que sucederá. Lamento al ver personas cuyos familiares jamás conocí y por ende no puedo salvar. Ya no hay nada que hacer, los dejo ahí y me marcho. Como una sombra recorre las distintas ciudades de Chile y todo se desmorona, las personas no sufren solo desaparecen, dejan arboles, helechos, flores, mariposas y pájaros. Se transforman en polvo, las construcciones, las carreteras se desbaratan…
Queda una imagen post apocalíptica y se y entiendo que en todo el mundo mis dobles están haciendo lo mismo. Todos aquellos que nacieron con una mancha negra en el corazón. Nada está dicho, el mundo no se acaba solo vuelve a comenzar. Me desvanezco… me despiertan caras conocidas, el gran grupo de personas con las que alguna vez en mi vida me cruce, los reconozco a todos. Ya no siento el peso en el corazón, todo se había terminado para volver a comenzar. Otra oportunidad.

Sueño 23

A veces sueño que caigo, una eterna caída libre. Es común soñar que vuelas, para mi es común soñar caer, ni siquiera flotar. Caer lentamente, rápidamente da lo mismo. La caída es inminente y a mi alrededor pasan mil objetos, arboles gigantescos con sus raíces en el aire, riscos y piedras sobresalientes que intento esquivar por miedo al posible golpe. Situaciones, objetos y personas, pero nada evita que siga cayendo. Como si una fuerza me absorbiera hacia abajo, a veces intento agarrarme, asirme, sostenerme de algo pero todos los objetos o personas que pasan son intangibles etéreos.
Otras intento ponerme cómodo, acostumbrarme al hecho de constante caída pero no puedo. Siempre ocurre algo que hace más abrupto el viaje en descenso. En el sueño recurrente a veces hay un pozo de agua, lo veo desde arriba mientras me acerco inevitablemente. Pensaría que el golpe al venir cayendo tanto rato y con tanta aceleración seria horroroso pero no lo es, atravieso el agua como si fuera una burbuja de jabón y el chapoteo, el splash es gigantesco. Me desespero por creer no poder respirar y no veo lo que hay en las profundidades y a mí alrededor… siempre pasa. Pero sigo cayendo, en esta caso hundiéndome. Y al llegar al fondo lodoso, lo atravieso y vuelve a haber cielo, infierno, limbo o la nada. Y la caída sigue su trayecto…

Sueño 11

A veces sueño que estoy en el desierto con una tormenta de arena, una gigante y estoy metido en medio de ella. Camine donde camine, la tormenta me sigue. Termino en el medio de ella y se pierde el norte y el sur, el arriba y abajo y ya no sé si avanzo o retrocedo. Camino… solo eso hago camino con los ojos cerrados y las manos en la boca y la nariz, pero la arena igual entra y se mete. Es una tormenta poderosa y no siempre encuentro la salida. Solo avanzo perdiendo todo sentido y al final perdiendo las energías. La tormenta es se arremolina a mi alrededor y pierdo la noción del tiempo.
En el fondo me siento atrapado, sin salida y la tormenta toma fuerza entre más tiempo pasa. Pero adentro solo hay arena, fina y blanca. Tomo un dirección y la tempestad me sigue, la cambio y ella hace lo mismo. Tengo que atravesarla, ese es mi deber en el sueño cruzarla. Tapándome completamente y paso a paso avanzar, adentro de ella no existe el sol, ni la luna, no hay estrellas, ni lluvia. No hay día y no hay noche, a veces creo que el tiempo tampoco existe. Al final no sé si yo estoy adentro de la tormenta o ella adentro de mí.

Noche

Despertó en medio de la noche por sus propias tribulaciones, era el mismo sueño de siempre. Por eso no le gustaba dormir. Siempre decía que le gustaba más estar despierto, era mas productivo… aunque realmente no hiciera nada con ese tiempo extra. Es mejor soñar despierto, estar ido gran parte del día. Eran las 5 de la mañana, busco a tientas en la oscuridad la cajetilla que tiene siempre en su velador, saco un cigarro. La mano otra vez tanteando el terreno dejo la cajetilla y comenzó a buscar el encendedor, debería estar cerca, nunca pasan mucho tiempo separados una de otra. Era un “Zippo”, un regalo de un amigo que ahora se encontraba lejos. Siempre le gustaron esos encendedores, cuidarlo, mantenerlo, ponerle bencina, cambiar la mecha y la piedra. Era un trabajo que le agradaba. Lo encontró y lo abrió con un grácil movimiento y generando el típico tic que hace al salirse la tapa. Su pulgar rozo el rodillo y se hizo la luz. Sostuvo el cigarrillo cerca de la llama aspiro y una voluta de humo emergió. Uso el fuego de la llama para cerciorarse de la hora. Tenía un reloj de pulsera, otro regalo. Era un reloj antiguo y aparatoso, era a cuerda. Se lo paso su padre y ante de eso su abuelo a él. Había decidido hace muy poco no volver a sacárselo. Era automático, es decir se da cuerda solo pero debes tenerlo puesto y el movimiento al caminar o mover el brazo le iría dando cuerda. Un “Citizen” comprado con el primer sueldo de un abuelo que ya no estaba en este mundo.
Eran las 5:11, se levanto y se acerco a la ventana. Había poco movimiento afuera, el gato se despertó junto con él. Siempre tenía la vaga idea de estar conectado de cierta forma con ese animal y no era el primero que lo pensaba. El felino lo miro un rato y siguió durmiendo sobre una de las almohadas en la cama. Él se acerco a la pecera y le dio un poco de comida a esos peces que parecían nunca dormir, quizás tampoco les gustaba dormir como le solía suceder. Intento sacarse el sueño de la cabeza y se fue a la cocina.
Los ojos ya se habían acostumbrado a la oscuridad y cuando abrió el refrigerador la luz que emanaba de él y la falta de alimento en su interior lo cegó un rato. Había una cerveza y unos huevos, se fijo si quedaba pan en algún lugar de la casa sabiendo de antemano que no había comprado el día anterior. Saco la cerveza y cerró la puerta. El “Malboro” se había consumido hace rato, abrió la botella y comenzó a beber. Se sentó en el sillón del living con su cerveza y se dedico a ver por el ventanal como amanecía…
Despertó horas después en “bóxer” y con el gato durmiendo encima de él la cerveza estaba en el suelo a medio terminar y otro cigarro estaba completamente consumido en el cenicero. El día estaba lluvioso, vio la hora en su reloj pero este se había parado…

domingo, 3 de julio de 2011

Natura

Es por naturaleza... somos perseguidos y perseguimos.
Acabamos derrotados o derrotamos.
Ganar o perder, no hay mucha diferencia.
Todavía siento un vació...