sábado, 27 de septiembre de 2008

nada... todo y quizas algo

Llega la mañana mas tarde que nunca y con su turbia capa opaca el día

El canto de pájaros de metal interrumpe los sueños y martiriza el oído

El calor se cuela por las ventanas sin rayos ni brillos, son las 12:00 grita el reloj

Un abrazo entre sueños y un beso de bienvenida, hemos nacido para seguir con vida

Es el estomago quien despierta al cuerpo, gruñe, grita, gime, suena, enojado.

Y las tardes no son lo mismo desde aquel día

Y las tardes tienen un nuevo sabor en los labios

Y las tardes son de un rojo furioso que endurece el cuerpo

Y las tardes no volverán a ser lo mismo

Son los días que pasan… tan rápidos como las horas.

Nada nos agobia y nada nos preocupa.

Algo nos importa y algo nos ocupa.

Ayer nací, mañana moriré.


Vivo, veo, leo, nado, muero.

- Nada, enserio. Era una respuesta que odiaba tanto, tenia ese dejo de despreocupación por el otro. Realmente quiero saber que querías decir o pensabas, por eso lo pregunto.

Pero esa respuesta me dejaba tan helado, me daba la idea de encierro o introspección no querer compartir algo o quizás nada… pero, de verdad, nunca es nada siempre es algo.

La cosa mas minima o más estupida, no importa, quiero saberla. ¿Porque? Por que te amo.

Nada sonaba como canción esa vez, era esa la idea, la teníamos apretada por el cuello y se nos escapo.

Que tan difícil puede ser…

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