Llega la mañana mas tarde que nunca y con su turbia capa opaca el día
El canto de pájaros de metal interrumpe los sueños y martiriza el oído
El calor se cuela por las ventanas sin rayos ni brillos, son las 12:00 grita el reloj
Un abrazo entre sueños y un beso de bienvenida, hemos nacido para seguir con vida
Es el estomago quien despierta al cuerpo, gruñe, grita, gime, suena, enojado.
Y las tardes no son lo mismo desde aquel día
Y las tardes tienen un nuevo sabor en los labios
Y las tardes son de un rojo furioso que endurece el cuerpo
Y las tardes no volverán a ser lo mismo
Son los días que pasan… tan rápidos como las horas.
Nada nos agobia y nada nos preocupa.
Algo nos importa y algo nos ocupa.
Ayer nací, mañana moriré.
Vivo, veo, leo, nado, muero.
Pero esa respuesta me dejaba tan helado, me daba la idea de encierro o introspección no querer compartir algo o quizás nada… pero, de verdad, nunca es nada siempre es algo.
La cosa mas minima o más estupida, no importa, quiero saberla. ¿Porque? Por que te amo.
Que tan difícil puede ser…
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