miércoles, 25 de junio de 2008

Grados de Felicidad

Caminaba con las manos atadas a la espalda, era un castigo... avanzaba sin poder tocar nada pero avanzaba. No tenia muy claro el porque de la situacion pero la aceptaba sin quejas, era gracioso pensar que el pudiera actuar de esa manera teniendo en cuenta que era conocido por ser un quejumbroso. Ademas, no habia mucho que hacer solo caminar.

Ella tocaba la puerta con emocion, hay muchas formas de tocar puertas... depende de la intencion por supuesto. Si quieres entrar, si quieres saludar, si quieres ver a quien esta al otro lado o si quieres saludar, entrar, ver y estar para siempre con quien se encuentra al otro lado. No las conozco todas pero son algunas que logro recordar.

Abrir puertas es un arte, no como la vulgaridad de abrir ventanas que uno lo hace para que entre un fresco o se vaya una peste. El calor se escapa, el frio ocupa su lugar. En cambio, abrir puertas es señal de salida o entrada... Grandes cosas pasan por una puerta.

Respondi al sonido de la puerta, el protocolo es abrirla... quizas no me atrevia pero lo hice de todas maneras. No es necesario caminar con las manos atadas a la espalda si puedo caminar contigo de la mano

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