viernes, 24 de enero de 2020

Una conversación lleva a la otra, por instantes pareciera que la tierra se detiene y deja el tiempo pasar. Un vislumbramiento me dice que algo sucede, No soy igual en lo que digo y escribo. Cambio, pero no cambio mucho. El color de las flores no es el mismo bajo el sol que cuando una nube pasa o cuando entra la noche y las flores son color de sombra. Pero quien mira ve bien que son las mismas flores. Por eso cuando parezco no estar de acuerdo conmigo fijaros bien en mí: si estaba vuelto para la derecha me volví ahora para la izquierda, pero soy siempre yo, asentado sobre los mismos pies. El mismo siempre, gracias al cielo y a la tierra y a mis ojos y oídos atentos y a mi clara sencillez de alma. -Fernando Pessoa, Poema XXIX.

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