A veces sueño que estoy en el desierto con una tormenta de arena, una gigante y estoy metido en medio de ella. Camine donde camine, la tormenta me sigue. Termino en el medio de ella y se pierde el norte y el sur, el arriba y abajo y ya no sé si avanzo o retrocedo. Camino… solo eso hago camino con los ojos cerrados y las manos en la boca y la nariz, pero la arena igual entra y se mete. Es una tormenta poderosa y no siempre encuentro la salida. Solo avanzo perdiendo todo sentido y al final perdiendo las energías. La tormenta es se arremolina a mi alrededor y pierdo la noción del tiempo.
En el fondo me siento atrapado, sin salida y la tormenta toma fuerza entre más tiempo pasa. Pero adentro solo hay arena, fina y blanca. Tomo un dirección y la tempestad me sigue, la cambio y ella hace lo mismo. Tengo que atravesarla, ese es mi deber en el sueño cruzarla. Tapándome completamente y paso a paso avanzar, adentro de ella no existe el sol, ni la luna, no hay estrellas, ni lluvia. No hay día y no hay noche, a veces creo que el tiempo tampoco existe. Al final no sé si yo estoy adentro de la tormenta o ella adentro de mí.
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